La “artivista” no binaria de la ciudad de Armenia, Quindío; Juan Pablo Vargas o Juanpis que reconoce el ser marica, joven y artista como un acto político narra la dificultad de encontrar una pareja estable siendo una sexualidad disidente.
Por: Iván David Varón Fonseca
Durante los últimos años se han evidenciado variaciones en las prácticas sexo afectivas que han involucrado afectaciones para quienes no forman parte del régimen heteronormativo.
La constante búsqueda del amor por parte de esta población que a pesar de sufrir rechazo, teniendo en cuenta que “el rechazo se vive desde el hogar: el 46% de las mujeres trans no recibe apoyo familiar”, según La Encuesta Nacional de Discriminación, asimismo sufren la búsqueda del amor.
Un estudio sobre Exclusión transgénero del “mundo de las citas” realizado en 2019 por Karen Blair presidente de la Sección de Orientación Sexual e Identidad de Género (SOGII), de la Asociación Canadiense de Psicología le preguntó a 958 participantes, ¿Qué identidades de género estarían interesados ??en tener una cita con una persona trans?, por su parte el 96.7% de los hombres heterosexuales, el 98.2% de las mujeres heterosexuales, el 88.5% de los hombres gay, el 71.2% de las mujeres lesbianas y el 48.3% de los bisexuales, y los participantes no binarios no estarían interesados .
De este modo se ha evidenciado el privilegio de adaptarse al binarismo, a la cis-sexualidad, a la heterosexualidad. “Laura era el nombre de aquella chica embarazada que nos acompañaba en nuestras noches de rondas prohibidas que incluso a pesar de su gravidez contaba con la supremacía de su vagina por encima de nosotras”, “no soy menos mujer por no tener entre las piernas una herida abierta”, plasmó en su obra “Las Malas” la escritora María Camila Sosa Villada quien en su juventud ejerció el trabajo sexual.
Enfrentan distintas formas y escalas de violencia: por ser mujeres, por ser hombres, por ser consideradas homosexuales y por ser vistas como objetos sexuales, las cuales son reducidas a instrumentos de deleite principalmente masculino. El porno suele fetichizar a las mujeres trans, al presentarlas como objetos por los cuales se siente placer o productos que se consumen, sin tener en cuenta que son personas que piensan y sienten.
Como parte de la investigación de prevención del VIH en 2004, se entrevistaron a 46 hombres en el área de San Francisco que tenían relaciones sexuales con mujeres transgénero, donde 20 de ellos se describieron a sí mismos como heterosexuales mientras que otros dudaban y se preguntaban si deberían considerarse bisexuales.
Bayley Jay, una actriz porno trans, escribió un artículo en febrero del 2017 en el que se pregunta: ¿Por qué tantos hombres heterosexuales no están dispuestos a salir en citas, enamorarse o casarse con una mujer trans, pero se masturban pensando en ellas?. Responde diciendo “las vergas de las mujeres trans son vistas como una novedad y un tabú que hace más atractivo el porno trans”. Bayley agrega que el porno trans que más buscan los hombres heterosexuales es el de mujeres trans con pene.
Juan Pablo, basado en su experiencia de vida tras reconocerse abiertamente como personas trans no binaria ¿Cómo describiría sus experiencias amorosas?
-He generado vínculos, porque nunca he tenido pareja con quien me he sentido cómoda pero siempre recaigo en ser “el secreto”. La privacidad nunca va a estar mal, pero existe una delgada línea entre compartir como dos personas que se quieren sin pensar en un público y cuando realmente se está pensando en ese público dejando de hacer cosas por el bendito (maldito) “qué dirán”. Me he permitido querer y hasta amar, pero si por algo me doy gracias a mí misma es que reconozco mi proceso, trayectoria y lucha para llegar hasta ser lo que soy hoy como para detener o retroceder por alguien más.-
¿Tiene esperanza frente al amor bajo su condición disidente?
-Siendo honesta conmigo misma si la tengo, pero esa esperanza se combate siendo a la vez mi miedo más grande en la vida, suena triste y lo es. Pero realmente soy consciente que soy un ser amado en muchos aspectos, familia, amigos y demás entornos en los que he hablado desde el privilegio, me he permitido ser yo e incluso he construido un amor muy grande por lo que hago y por lo que soy. El “pero” se asoma es cuando está ese “siempre falta algo” y ese algo se convierte en alguien, alguien con el que compartir lo que ya logré por mí misma y lo que estaré por lograr, pero que acompañada se siente mucho más liviano de atravesar.-
-Como persona sexualmente diversa es fácil coincidir con la desesperanza del amor, más cuando está más allá de representar dificultad a la hora de encontrar a alguien, recae en la negación de afecto incluso por parte de la propia familia lo cual ha dado como resultado la aparición de nuevas estrategias de supervivencia al desamor. Del mismo modo, refuerzan violencias históricas y muertes en nombre de un “único modelo de amor”.-