El próximo 20 de mayo se dará inicio a la Copa Mundial Sub-20 en Argentina, una edición más del torneo juvenil que permitirá ver más de cerca a los nuevos jóvenes que se están abriendo paso en la industria deportiva más importante del mundo. Sin embargo, al ver que muchos clubes no tienen una gran predisposición para prestar a sus jugadores; se cuestiona si realmente es importante la realización de este tipo de certámenes.
Por: Jorge Iván González Moreno
La Copa Mundial Sub-20 es un torneo internacional de carácter juvenil que se caracteriza por albergar a jugadores menores de 20 años. Está en el segundo escalón dentro de las competiciones de selecciones, puesto que ahí es donde se presentan varias de las nuevas joyas que van a destacar durante los próximos años; por lo tanto, siempre se ha considerado como una gran oportunidad para vislumbrar el futuro y ojear con detenimiento a las futuras estrellas.
El torneo tiene su prestigio, de eso no cabe duda; no obstante, también se ha notado una cierta aversión por parte de los clubes de fútbol hacia este, ya que varias veces han sido quienes toman la decisión de no prestar a sus jugadores sub-20 para disputar este campeonato. Esto también es posible debido a que la FIFA, a diferencia de la Copa Mundial de mayores, no obliga a los equipos a prestar a sus jugadores, lo que indirectamente le quita importancia a la Copa Mundial Sub-20.
De esta manera, es relevante cuestionarse qué tan importante es esta Copa Mundial para el ecosistema fútbol, ya que no tiene, ni de cerca, el impacto que representan los campeonatos de selecciones mayores como la Copa América, la Eurocopa o el mismo Mundial; pero, al mismo tiempo, sí mantiene su relevancia en otro enfoque, más hacia la exposición de nuevos talentos y a ser ese puente de entrada de varios jóvenes que buscan hacerse un nombre en el mundo del balompié.
La importancia de este torneo recae en ser un escaparate, en el cual jugadores como Lionel Messi, Diego Maradona, Paul Pogba o Sergio Agüero han mostrado su talento a los ojos del mundo futbolístico y han deleitado, con el pasar de los años, a varias generaciones que viven con intensidad lo que tiene por ofrecer este deporte.
Un Mundial juvenil debe ser visto como el primer paso, como aquel gran campeonato que le abre las puertas a muchos jóvenes y como aquella oportunidad para que grandes clubes pesquen nuevo talento. Pero no solo eso, ya que estos torneos permiten ver a las selecciones mayores cuáles pueden ser esos nuevos referentes que permitan lograr un crecimiento para los países a los que representan, lo cual le da mucha importancia a este certamen.
El problema viene al momento de prestar los jugadores, ya que este torneo se suele realizar en meses en los que se están definiendo varias de las ligas y competiciones de clubes, lo cual representa una pérdida para los equipos que son los que pagan el salario de los jugadores, a diferencia de las selecciones nacionales. Si a esto se le suma un calendario ya apretado en el año futbolero, no sorprende que varios conjuntos se abstengan de mandar a varias de sus mejores armas a un torneo que no es de carácter trascendental.
Por otra parte, una Copa Mundial Sub-20 sigue siendo una inversión muy importante, por lo cual, muchos piensan que no es rentable organizar este tipo de eventos, al no representar ganancias de alto porcentaje, más aún cuando el consumidor busca espectáculo del más alto calibre y suele encontrarlos en los torneos de mayores con jugadores más consolidados y que tengan la madurez futbolística suficiente para llenar las expectativas de un público exigente hambriento de su producto favorito.
¿Es importante la Copa Mundial Sub-20? La respuesta no se percibe como fácil de esclarecer, ya que la puesta en escena de jóvenes futbolistas en el Mundial es innegable, pero el ser un torneo de segunda instancia y estar en un calendario que no le favorece, también representa una desventaja. Es en estos temas cuando se percibe la importancia de una mejor organización en el calendario y más apoyo por parte de quienes dirigen el fútbol como aspectos claves para que el fútbol crezca, ya que son estos los que ayudan a mejorar la calidad del espectáculo y, al mismo tiempo, mantener la esencia de un torneo con tanta historia.