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Tecnología XWave

Apple nos lleva de nuevo al límite con su intento por llevar el control “cerebral” al mundo de la tecnología que tiene por nombre: XWave, ¿pero cómo es esto posible?, el dispositivo lee las señales eléctricas del cerebro haciendo que la experiencia llegue a un nivel superior. La compañía PLX Devices ha desarrollado un aparato para manejar los dispositivos de Apple iPad, iPhone e iPod Touch sin tener que tocar su pantalla, haciendo uso de la tecnología NeuroSky.

El dispositivo cuenta con sensores que miden la actividad cerebral y uno para el pulso en el lóbulo de la oreja. Gracias a él es posible controlar aplicaciones o juegos en los dispositivos de Apple (la compañía ofrece el SDK en su página web). El XWave se conecta a la entrada para auriculares y enlaza con nuestro dispositivo de Apple mediante una aplicación diseñada por PLX. Utiliza pilas AAA para funcionar.

” Entre las utilidades diseñadas por la compañía, han creado una aplicación para hacer levitar una pelota virtual o un medidor que establece los niveles de atención o relajación del usuario.

El XWave, impulsado por la tecnología de NeuroSky Inc., por primera vez trae una dinámica extra sensorial nunca antes vista por los consumidores. Durante años, esta tecnología ha sido utilizada por los médicos para tratar la epilepsia y las convulsiones en los pacientes. XWave recibe los impulsos eléctricos transmitidos a través de tu cabeza a la superficie de la frente y lo convierte en señales digitales.

El hardware XWave está disponible y comenzará a distribuirse en octubre de 2010 a un precio al por menor de $99.99 en www.plxwave.com. Las aplicaciones de los dispositivos PLX XWave estarán disponibles gratuitamente en iTunes y la App Store y pueden ser descargadas directamente desde tu iPhone/iPod Touch/iPad a partir de octubre.”

Un gran avance que nos deja con las mentes abiertas y los ojos cada vez más estupefactos, la tecnología avanza de manera rápida y contundente, las mejoras se hacen evidentes y los cambios en la percepción mucho más agigantados, no en vano los Sociólogos, antropólogos e historiadores de nuestra época aun no saben en qué dirección va el hombre contemporáneo.

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