La publicidad basa su efectividad en su capacidad para conectar con la audiencia.
La función informativa de la publicidad ya hace tiempo que dejó paso a otros menesteres. La saturación a la que estamos sometidos hoy en día y la evolución de nuestra sociedad y sus valores hacen que a la publicidad se le exija mucho más.
Ahora se trata de destacar sobre el resto, de romper moldes, de alterar conductas, de llamar la atención, de captar nuestra curiosidad. Y para qué negarlo, el sexo posee una facilidad pasmosa para conseguir todo eso. Y más. Pocas cosas atraen más nuestros sentidos que la sensualidad y el erotismo. Es algo que nos sale desde dentro y que no acabamos de controlar. De ahí su enorme poder de atracción.
Pero de todas formas, la inclusión de temática sexual en cualquier campaña publicitaria no está exenta de riesgos. Un mal uso o un uso indebido de la misma puede generar el rechazo de la audiencia. Por ello, muchos creativos suelen añadir unas pinceladas de humor que ayuden a rebajar el morbo. Otros, en cambio, apuestan por estrategias más arriesgadas.
Y es que no cabe olvidar que lo que a primera vista puede parecer una publicidad extremadamente provocativa, es posible que sea una estudiada estrategia de segmentación que busca potenciar y asociar a la marca determinados valores, íconos o posturas.
Y el sexo es el vehículo que utiliza para ello.
Los dejo con una amplia muestra de publicidad en la que el sexo juega un papel protagonista. Júzguenlo y verán que algunos anuncios son realmente brillantes.
ANDRES MONTAÑEZ
FUENTES: google.