Mucho se dijo acerca de la aparición inesperada del iPhone 4S en el lugar reservado para el tan anticipado iPhone 5.
Lo cierto es que pese a las críticas iniciales y la incomodidad de algunos medios que se aventuraron a reseñar el producto anticipadamente sobre la base de supuestas filtraciones, la nueva creación de Apple vendió 1 millón de unidades antes de salir al mercado, superando en 400 mil las del anterior iPhone 4.
Pero ¿qué es lo que hace que en un escenario tan distante de ser el ideal para cualquier compañía (no entregar lo que la gente espera), se rompan records de ventas? Definitivamente la compañía de la manzana está muy adelante en cuanto a identificación con el cliente.
Por supuesto, algunos medios han insistido en que la simpatía con Steve Jobs ha impactado en el reciente lanzamiento y más allá de ser un paliativo para las críticas, llegó incluso a despojarlas de toda relevancia. Es tal el carisma del desaparecido vanguardista tecnológico que Google y Samsung retrasaron la presentación en sociedad del Nexus Prime, su nuevo Smartphone, aduciendo que dada la muerte de Jobs era inoportuno. Por supuesto, no puede descartarse la afinación de algún detalle pendiente pero que la excusa sea válida dice mucho.
En todo caso, vale la pena resaltar la capacidad de la compañía para conectarse con su audiencia, rompiendo la barrera psicológica que se crea al no cumplir con la expectativa inicial y conservar la atención del cliente potencial lo suficiente como para explicarle por qué debe sentirse satisfecho. Lo cual logró con creces con el iPhone 4s si se tiene en cuenta que tomando el menor precio de venta (combinando variables de capacidad de memoria, operador y plan en EEUU) la preventa reportará ingresos de al menos 200 millones de dólares.
Con los años, la marca logró instalarse en la mente de consumidores propios y de la competencia llevada de la mano por un líder nato que dejó una importante lección en lo que a comunicación corporativa se refiere.
Contextualizar cifras y vender beneficios en vez de productos, fueron piezas clave en el posicionamiento de la marca desde el momento de la presentación oficial de cualquiera de sus dispositivos. Es innegable el aporte que realizó Jobs a su departamento de mercadeo con frases tan dramáticas como “Hoy Apple reinventa el teléfono”, en vez de simplemente decir que lanzaba al mercado el iPhone.
Esto es básico para el consumidor de hoy. No quiere cosas, quiere un estilo de vida y la comunicación publicitaria debe alcanzar esta nueva lógica. Muchos ya lo están haciendo y muchos también se están quedando atrás.
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Por: Juan José Niño.