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La Toma V.6 (Reciclaje e intertextualidad)

MESA 1

En el marco de la sexta versión de “La Toma”, el ámbito de análisis e interpretación ha querido abrir un espacio para la circulación y socialización de conocimiento producido por las y los estudiantes. De esta manera, estos trabajos recogen una serie de ponencias desarrolladas por algunos estudiantes a lo largo del segundo semestre de 2009, que giran en torno a un fenómeno típico de la producción cultural y material de las sociedades contemporáneas: el mestizaje, la hibridación, el reciclaje y la transtextualidad.

PONENCIA 1: Posibilidades de resemantización en la red

La información que se transmite por Internet marca diferentes lenguajes y símbolos dentro de dicho sistema, que hace que diferentes grupos sociales los utilice y se identifiquen con ellos.

El Messenger, uno de los medios contemporáneos más utilizados en la comunicación como red social, ha sido uno de los principales factores para desarrollar diferentes técnicas que generen un significante y un significado en la interpretación del mensaje. En el momento que determinado grupo social se apropia de los signos para comunicar el mensaje, les da uso con un estilo diferente; es decir que simplifican palabras, o los signos mismos, para describir un estado de ánimo que icónicamente es representativo a nivel social en el uso contextual de las redes sociales.

Los modelos intertextuales en este grupo social re-significan el uso de la escritura, pues les dan un uso modificado (distinto de su original) a los signos de puntuación (el punto, la coma, el paréntesis, etcétera); es  un significado iconográfico donde se quiere o se intenta transmitir un estado de ánimo, sensaciones, sentimientos, en la síntesis visual de los gestos más comunes en los seres humanos. No es posible transmitir el sentimiento de una introspección profunda que busca una revelación para el alma, pero sí resulta posible transvasar, con los signos de puntuación, el gesto de desacuerdo o malgenio por alguna expresión escuchada anteriormente.

Todas estas tendencias han influido para que en la tecnología se automatice el sentido de cada carácter para que genere diversos iconos y significados de los mismos, en la interacción cotidiana de las comunicaciones en las redes sociales, para lograr una tendencia de imágenes-gesto-símbolo en el momento de la acción de comunicar. Lo que cuestiona sobre, o presenta la reflexión acerca del acto de comunicar tecnológicamente a través de un monitor, pues no son sensaciones reales, sino su simulación gestual la que se presenta en dicha interacción.

Cuando los signos de puntuación quieren idealizar, expresar un sentimiento o aludir a la articulación conceptual de las palabras, abrevian totalmente el mensaje, dando un uso secundario, modificado, o en todo caso recontextualizado a los signos de puntuación que “antes” sólo cumplían con su función de ordenamiento sintáctico.

Un grupo social de jóvenes entre los doce y dieciocho años de edad se conecta en la red de Windows Messenger, utiliza una saludo clásico Hola – la contestación puede ser igual o en su defecto la generación de una imagen (emoticón) en el momento de digitar la palabra, dentro de la conversación virtual puede hacerse la siguiente pregunta — ¿Cómo estás?— y en respuesta encuentra que el otro individuo digita los siguientes signos de puntuación 🙂Estos son los posibles iconos que se generan por la misma automatización de los sistemas .

En las redes sociales como FACEBOOK, MYSPACE, TWITTER, entre otros; todos estos signos son usados para expresar otras cosas totalmente diferentes a lo que se conceptualiza como signos de puntuación o alfabeto, cada connotación se aglomera en la masas de los grupos sociales generando un lenguaje universal en la red, de esta categoría.

Ejemplos: ( XD , 🙁 ,  😛 , 😮 , <3 ­ ).

Toda esta simbología en la red construye una re-significación del alfabeto y los signos de puntuación, lo clasifica y determina un lenguaje categórico que genera un foco diferencial en la interpretación del mensaje. De no ser utilizado en este canal de comunicación, no generaría significantes con cada símbolo; es válido decir que en la categoría social descrita se le da una semántica a la web, estableciendo un protocolo de comunicación diferente, que tiene un enfoque en cuanto a la edad y el estado social del individuo.

La adquisición de conocimientos de los signos de puntuación se desarrolla en la práctica del lenguaje escrito; en cuanto al aprendizaje de cada signo, depende la denotación y la connotación en el momento de representar cualquier sentimiento, emoción o estado de ánimo; luego viene la apropiación del signo como significante y significado en la red social, donde son re-contextualizados; pero el desarrollo de los signos de puntuación hacia otra parte no habría tenido lugar si esto no implicara una reflexión sobre el modo sintético de comunicación preponderante de un momento histórico, que inscribe la neutralización, la imitación, la simulación como las directrices comunicativas de un discurso más poderoso.

Esta re-significación de los signos de puntuación se convierte en una problemática con los hábitos de otros grupos sociales, pues ya se ha mencionado que son costumbres apropiadas por cada individuo, que luego son usadas como acciones con otra interpretación, en otros grupos sociales u otros individuos.

Toda la automatización tecnológica en la red hace que cada día de las prácticas de los jóvenes sean totalmente interpretativos. Cada hábito de comunicación dentro de la web, recontextualiza y reutiliza los signos (así como a lo que llamamos conjunto o grupo de signos o símbolos), se asocian en masa para resignificarlos y re-semantizan el mensaje (apropiando lo adquirido después del uso continuo); de esta forma el mismo grupo social genera una nueva iconografía de lo que sienten, piensan y quieren transmitir al entorno social.

Ejemplo del paso de lo convencional a algo renovado, generado por el mismo individuo:

emoticones convencionales
emoticones innovadores

En el proceso del consumo, en este caso de los signos de puntuación, y de su potencia comunicativa, hay una serie de transformaciones: evidenciamos en primera instancia su estructura, que al mismo tiempo da un significado (aún sin pensar en su función), es decir somos más figurativos, llegando posteriormente al punto de lo funcional, y luego se asimila la interpretación; aquí vendría el: ¿cómo lo voy a utilizar?, ¿por qué lo voy a utilizar, y para qué?

Las respuestas a esto generan un enamoramiento, una apropiación y ritualización de los signos u objetos, ya que el proceso de dar repuesta en cuanto al cómo, es técnico y sistemático; el por qué, abrevia y agiliza el proceso de la digitación para comunicar; y el para qué, sigue el mismo patrón de cultura de la “categoría social” en donde se desarrolla el entorno del individuo.

El placer de la utilización de los signos en cada “categoría social” transcurre como un ciclo de experiencias en el individuo, llevándolo a optimizar el detalle de su estructura, de modo que el signo es testimonio del sentido de la comunicación vital.

Es así como los signos de puntuación, en su concepto como gramática y estilización  de la escritura, se convierten en iconos gráficos que significan en una determinada categoría social, para innovar la forma material de la comunicación (abreviada), sin darle uso a las palabras completamente, se re-significan los signos de puntuación  para dar cambios de sentido sobre los originales, también como posibilidad de nuevas formas de operación de lo que llamaríamos redefiniciones, en donde el individuo se adapta a los signos a partir de la estructura, la función y la comunicación que le dan desarrollo a la cultura de la cual hace parte.

Por: Diana M. Uribe B.

Universidad Central, carrera de Publicidad

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