Unas zapatillas de deporte pueden ser un pequeño electrodoméstico. Eso es lo que están discutiendo en los tribunales alemanes Adidas y la autoridad nacional de registro de aparatos eléctricos. Aunque pueda parecer una anécdota, la resolución de esta disputa puede ser determinante para la industria de la confección.
El modelo en cuestión, el Adidas 1, es una zapatilla de deporte inteligente, equipada con un microprocesador que permite adaptar la presión y ajuste de la zapatilla al pie, en función de variables como el peso, la velocidad y las condiciones del terreno. El modelo se puso a la venta en la navidad de 2004 a un precio de 250 euros.
La polémica comenzó en 2005, cuando la ley alemana adoptó una directiva europea para reducir la basura electrónica. Según la ley, las empresas que comercializan electrodomésticos y aparatos electrónicos deberán encargarse de su eliminación cuando el usuario quiera deshacerse de aparatos viejos. La adopción de esta ley provocó que se creara una fundación para el registro de electrodomésticos, que coordina el servicio de recogida y eliminación de viejos electrodomésticos. Ahora, la fundación lleva a Adidas a los tribunales por segunda vez. La primera, el fabricante de ropa y calzado deportivo ganó la batalla.
La fundación (EAR, Stiftung Elektro-Altgeräte Register) considera que las zapatillas Adidas 1 deberían figurar en dicho registro y participar del sistema de recogida y eliminación. Según cita el semanario alemán Der Stern, la portavoz de la fundación defiende que “desde el momento en que un objeto cuenta con un componente electrónico, los fabricantes deben entrar en el registro”. Según la fundación, este calzado debería clasificarse como “equipamiento deportivo con componentes electrónicos”. La misma fuente afirma que la propia publicidad de Adidas hacía hincapié de forma agresiva en el equipamiento electrónico del calzado.
Por su parte Adidas declara que el modelo es “en primer lugar un equipamiento deportivo”, pues, aunque fallara el sistema electrónico, se podría seguir utilizando para correr. El microprocesador es “una utilidad añadida”