En una entrevista hecha a Fernando Martelo quien ocupó la presidencia desde el 2.004 hasta el 2.009 de Publicis Colombia, se refirió al cambio que han tenido los creativos con el paso de los años y esto fue lo que dijo:
“El creativo ahora es profesional, estudió para en alguna de las escuelas de publicidad. Sabe del oficio y tiene identidad propia, sabe que el suyo es un oficio reconocido y con status, y está orgulloso de eso. Se conocen entre ellos y guardan la amistad, se recomiendan y se encuentran a su paso por diferentes agencias. Usan un lenguaje común, son irrespetuosos y descuidados en su manera de ser, iconoclastas, más no del todo originales. No son muy estudiosos, ni cultos. No ven tan claramente, como sus antepasados, la conexión entre arte, literatura, cultura y publicidad. Han hecho un gran aporte en rescatar los valores de la calle, lo urbano y lo vulgar, contribuyendo con esto a formar el nuevo imaginario popular colombiano. Les gusta el relajo y el desorden, desdeñan y desconocen la tradición. Con su desparpajo han sido protagonistas de la nueva publicidad en Colombia logrando premios y reconocimientos internacionales que aunque escasos son muy significativos. Sin duda, están trabajando para lograr cada día una identidad para nuestra creatividad. Aunque su manera de ser se interpone en la creación de un circulo de creativos; muy pronto se darán cuenta de que es el camino a seguir-el próximo paso-, si quieren aumentar su radio de influencia y ganar un poco de poder”.
Hoy puedo decir que en realidad me siento orgulloso de pertenecer a este selecto grupo, pero, si creo en algo es en la sabiduría de aquellos que han pasado toda su vida haciendo publicidad y más aun de aquellos que no lo hacen sólo como un trabajo sino quienes le ponen diversión al asunto, no existe una manera y un trabajo mejor para vivir todos los días muy feliz.