Estos puntos nos pueden ayudar para saber si realmente lo que necesitamos es rediseñar nuestra marca.
1. Expansión de nuevos negocios a distintos mercados.
2. La marca no es elástica, con esto me refiero a que una marca está directamente asociada a un producto y esto puede dificultar su crecimiento en otros mercado, en este caso pensar en el rediseño es el camino para abrir nuevas ofertas.
3. La marca desde su inicio tiene una mala estrategia.
4. Creación de una nueva cultura corporativa. La marca debe ir de la mano de las renovaciones de la empresa de lo contrario será anticuada.
5. Señalización de cambios. Revitalizar la marca como estrategia para comunicar nuevas decisiones y cambios.
6. Vejez de la marca. Cuando la marca ya quemo su periodo de exhibición al público, la mejor actitud que debe tener una empresa es la de conectarse con el futuro y con el nuevo pensamiento de los consumidores.
7. Asociaciones negativas.
8. Diseño mal planteado en la técnica. Esto sucede cuando un logo se crea solo pensando en la estética sin tener en cuenta la parte de aplicación técnica como lo son: las tintas, el tamaño, los medios en que se va a plasmar, etc.
9. Valor subjetivo. Hay que aportarle a la marca además de su valor comercial ese algo con lo que el consumidor tenga distintas percepciones decisivas.
10. Salida a bolsa. Hay que gustarle a muchos y no solo a unos pocos.