Por: David Ríos León
Con el fin de apoyar el fútbol femenino, en el año 2016, la Federación Internacional del Asociado (FIFA) ordenó que todas sus federaciones debían crear una liga femenina. Motivo por el cual en el 2017, se creó el torneo en Colombia, pero habría que preguntarse ¿si realmente se hace por obligación y no por convicción?
«Ha nosotras en la selección nos pagan un 1% de lo que le pueden pagar a los hombres y algunas son madres de familia», así lo expresó Yoreli Rincon, una de las jugadoras más representativas de la Selección Colombia, en una entrevista concedida al programa los Informantes del canal Caracol en el año 2018.
Dijo también, «Algunas pierden trabajos, por venir a la selección para defender a todo un país, que es un país que no nos apoya». Todo ello a pesar de logros como la medalla de oro en los juegos panamericanos de Lima Perú en el 2019, los subcampeonatos en las copas américa de 2010 y 2014.
Indiferencia, esa es la palabra que describe perfectamente lo para los directivos, representó, representa, y no se sabe si representará el fútbol femenino. El solo hecho de que no haya ecuanimidad, en la repartición de los dineros, entre hombre y mujeres, aún cuando las chicas se lo merecen, por los logros que han conseguido así lo demuestra.
Si por el lado de la Selección Colombia llueve, por el fútbol de clubes, no escampa. Si bien existe una liga femenina, el formato de la misma, es bastante corto, ello no permite que muchas de las integrantes de los equipos, tengan el suficiente tiempo para mostrarse y muchas de ellas, se quedan sin jugar. Aparte de afectar el nivel futbolístico.
Según datos proporcionados, por Asociación Colombiana de Futbolistas (ACOLFUTPRO,) el primer campeonato duró 104 días y tuvo 18 equipos, en 2018 duró 124 días y tuvo 23 equipos, en el de 2019 tuvo una duración de 74 días y contó la participación de 20 equipos, el 2020 58 días y trece equipos. Finalmente el de 2021 duró 45 días y tuvo 11 equipos.
Cabe mencionar que a nivel de clubes, el fútbol femenino ha conseguido logros, como el obtenido por el Atlético Huila, cuando se consagró campeón de la Copa Libertadores en año 2018 tras vencer a Santos de Brasil, por penales 5 a 3. Así lo menciona el diario AS en una crónica escrita el 2 diciembre del mismo año.
Hay que decir, que los responsables de la falta de apoyo no son sólo directivos. Los jugadores de la selección y clubes de balompié masculinos, quienes se destacan más por sus fracasos, que por éxitos, también han contribuido, con su falta de empatía y respaldo al desarrollo y aumento de la problemática.
En una entrevista con el portal web Pulzo el 16 de junio de 2021, la jugadora de la Equidad Vanessa Córdoba expresó «Ellos tienen toda la oportunidad de decir algo al respecto, en este momento y de por lo menos reconocernos, ellos que sí tienen liga y que salen en televisión casi todos los días» enfatizó.
Continúa diciendo «Hemos avanzado, poquito, poquito si ellos, si algún día se quieren unir bienvenidos» finaliza.
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Diego Bedoya, entrenador de Atlético Nacional feninino, en una entrevista concedida a Infobae, resalta que uno de los grandes problemas, es no tener divisiones inferiores. Ello no permite que las jugadoras tengan un proceso formativo adecuado, lo que hace que no compitan de la misma manera, ante potencias como, Brasil y Estados Unidos.
Sin duda es fácil concluir, que para los directivos, el fútbol es más una imposición de FIFA, que otra cosa, sus actitudes y sobre todo hechos, como el diseño de los campeonatos, que se hacen más para salir del paso, así lo demuestran.
Además de ello, la falta de equidad, en los pagos y trato desigual, entre hombre y mujeres, hace pensar, que aún a pesar de pasar mucho tiempo, todavía existen, percepciones machistas, en las cuales es un tema tabú, que las mujeres realicen las mismas actividades que los hombres.