DURANTE Y DESPUÉS DE LA PANDEMIA
Para nadie es un secreto que las nuevas formas de interactuar y enfrentarnos a la nueva normalidad que nos trajo la pandemia global declarada en el año 2020 debido al COVID-19, han sido un reto. Para niños, jóvenes y adultos en igual medida.
Distintos estudios, afirman que la salud mental de las personas, se vió afectada, causando crisis de ansiedad, estrés, transtornos depresivos, e incluso suicidios.
La pandemia trajo consigo, miedo, incertidumbre, crisis financieras, sanitarias y mentales.
Debido al pánico colectivo y la urgente necesidad de los gobiernos para controlar la propagación del virus, se decretó un aislamiento obligatorio en todos los paises del mundo. En muchos de los casos, tener un plan estrategico para contrarrestrar posibles brotes de enfermedades mentales que con el pasar de los meses fue elevandose a cifras nunca antes observadas como en el caso colombiano.
Uno de los factores más importantes que afectó la salud mental de los adultos en Colombia, fueron las graves crisis de estrés generadas por la angustia a la hora de conseguir dinero para alimentar a sus familias e hijos. En este país, más de 21 millones de personas, viven en la pobreza y 7.4 millones en pobreza extrema.
Esto quiere decir, que casi la mitad de la población, vive de conseguir el dinero día a día. Al estar aislados, miles de familias se vieron en la necesidad de esperar mercados del gobiernos, o ayudas monetarias de diferentes sectores.
Así, el confinamiento obligatorio y las nuevas dinámicas laborales, o la ausencia de empleo, trajo con-sigo cambios en los hábitos y la instauración de otros, como el aumento de sedentarismo, el exceso en el consumo de alimentos, o la falta de los mismos, la baja calidad del sueño y como consecuencia estas situacio-nes, el aburrimiento, el estrés, ansiedad y depresión (Mamián et al., 2020)
Así, el confinamiento obligatorio y las nuevas di–námicas laborales, o la ausencia de empleo, trajo con–sigo cambios en los hábitos y la instauración de otros, como el aumento de sedentarismo, el exceso en el consumo de alimentos, o la falta de los mismos, la baja calidad del sueño y como consecuencia estas situacio–nes, el aburrimiento, el estrés, ansiedad y depresión (Mamián et al., 2020).Así, el confinamiento obligatorio y las nuevas di–námicas laborales, o la ausencia de empleo, trajo con–sigo cambios en los hábitos y la instauración de otros, como el aumento de sedentarismo, el exceso en el consumo de alimentos, o la falta de los mismos, la baja calidad del sueño y como consecuencia estas situacio–nes, el aburrimiento, el estrés, ansiedad y depresión (Mamián et al., 2020).
–námicas laborales, o la ausencia de empleo, trajo con–sigo cambios en los hábitos y la instauración de otros, como el aumento de sedentarismo, el exceso en el consumo de alimentos, o la falta de los mismos, la baja calidad del sueño y como consecuencia estas situacio–nes, el aburrimiento, el estrés, ansiedad y depresión (Mamián et al., 2020).