Por: Ximena Limas
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Durante los últimos años se ha vuelto común ver cada vez más emprendimientos que van dirigidos hacia el consumo de ropa de segunda mano. Y aunque actualmente se ha constituido una comunidad que gira en torno a ello, antes de eso poco o nada se sabía del tema. 

Wendy Arboleda, creadora de El Closet de Wendy, una de las tiendas pioneras de ropa usada en Instagram, nos cuenta cómo ha sido su trayectoria en este nuevo mundo, que llegó para quedarse.

 

¿Cómo empezó el proyecto?

Hace aproximadamente 5 años me fui a vivir a San Francisco, California.  En Estados Unidos la ropa de segunda no tiene los estigmas clasistas sobre ella que se ven, por ejemplo, aquí en Colombia, allí está muy normalizado. 

Cuando volví a Colombia ya me había desmovilizado del Fast Fashion, por lo que quería seguir consumiendo de segunda aquí. Empecé a ir a La Minorista, aquí en Medellín es como la Plaza España en Bogotá, pero encontré prendas en muy mal estado. 

Para empezar a vender, lo hice con mi ropa a través de apps como GoTrendier y Renueva tu closet. Pero llegó el punto en el que se me acabó la ropa. 

Mi hermana se fue del país y me dejó toda su ropa, ahí abrí el perfil en Instagram. En ese entonces solo publicaba las fotos con precio y ya, y lo hacía muy de vez en cuando. La única tienda que recuerdo de esa época es laretrothriftshop. 

¿Trabajas sola o tienes un equipo de trabajo conformado? 

Tenemos un equipo de trabajo, en total somos 4 personas, yo me encargo de todo el tema de estrategia digital, tenemos a Roxy que se encarga de todo lo operativo y tenemos a dos chicas llamadas Laura, que nos ayudan en el proceso de contenido digital, fotos y modelando.

Oh, un equipo de solo mujeres 

Sí, es un espacio femenino, hace aproximadamente dos años hice un directorio de todas las tiendas de segunda que había aquí en Colombia, y el 95% era liderado por mujeres. El directorio era de 300 tiendas, y sólo 15 eran liderados por hombres. Lo ideal no es que sea así, pero encontrar un hombre que se conecte con la marca ha sido difícil.

¿Cómo es la dinámica en tu tienda? He visto que recibes ropa de tus seguidoras. 

Nosotras abrimos convocatoria la primera semana de cada mes, ellas nos envían las fotos, yo escojo las prendas que sean del estilo, ellas llenan formulario inscripción, luego nos envían las prendas y ya nosotras nos encargamos de publicarlas en página web para el proceso de venta. 

Trabajamos por comisión, del precio al que se publican las prendas, 70% va para El Closet de Wendy y 30% para la persona que vendió la ropa. 

¿Cómo crees que es reconocida tu marca? 

Somos una comunidad colaborativa. Queremos que se sientan cómodas porque al final nosotras únicamente somos el intermediario, pero entre ellas mismas se están compartiendo la ropa.

Hay una actividad llamada la burbuja de la confianza, ellas vienen y dicen todo lo malo que le ha pasado la semana y entre todas se mandan apoyo y se responden, es una dinámica que les sirve para unirse. Además, El Closet de Wendy siempre ha estado muy abierto a compartir todos sus procesos. Más que marca somos comunidad. 

¿Sientes que la tienda te ha permitido empoderarte de algún modo?

Claro, en primer lugar, por ser mujer ya hago parte de una población vulnerable, yo no encajo en los estereotipos sociales, soy muy alta, no soy super flaca, y eso me ha generado inseguridades. Pero desde que empecé a salir en redes y vi que la gente no me juzgaba por mi físico, sino que me admiraba por lo que había creado, empecé a empoderarme.

Una de las cosas que más me empoderan es cuando me dicen: me encanta la ropa que traes y cuando me la pongo me siento súper feliz. Le estamos permitiendo a las mujeres poder lograr esas cosas, y verlas felices con lo que se están poniendo me alegra mucho. 

Así que no solo te empoderaste tú, sino que empoderas a otras mujeres.

Exactamente, hemos tenido muchas clientas que se abren un montón y nos cuentan sus problemas, nosotras somos esa escapadita de ellas. Como te digo, el tema de la moda siempre ha estado en mi vida, y ahora poder trabajarlo llevando el sentido de lo sostenible, me empodera demasiado. 

 

¿Qué mujer eras antes de empezar tu emprendimiento y qué mujer eres ahora?

La Wendy de antes dependía de su familia y cualquier decisión que ella quisiera tomar, buscaba la respuesta en otros y no en ella. Todo el proceso de emprender me ha permitido reencontrarme a mí misma, entender quién soy, qué es lo que me gusta y lo que no, cuáles son mis límites, cuando estoy mal, me llevó a  encontrar mi lugar y propósito.

 

Entre buenas y no tan buenas experiencias, Wendy no solo ha visto al mundo del slow fashion crecer, sino también a sí misma y a todas las mujeres que la rodean. Se siente orgullosa de decir que su trabajo en El Closet de Wendy es su trabajo soñado, y le alegra haber sido el ejemplo de muchas otras mujeres. 

 

Los retos jamás faltarán, pero ella confía en que podrá afrontarlos sin perder su propósito.

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Publicado por Concéntrika Medios

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