Por Michael Reyes

El fútbol es mucho más que un deporte, no solo es un espectáculo como parece ser, es la trascendencia de historia, pasión, equipos, torneos y demás. Sin embargo, hay algo que no podemos negar, el fútbol, hoy por hoy, es la representación más efectiva del capitalismo y una de las industrias más grandes de cada sociedad.

Según la noticia del medio comunicativo “El Intransigente”, el fútbol mueve 200 mil millones de dólares al año, y es que no era de esperar más, para el mundial en Rusia 2018, el evento más importante del deporte, generó más de 1.5 millones de empleos.
Muchas personas lo categorizaron como el negocio del siglo, aunque a pesar de ser una industria, también debemos centrar la atención en las historias que hay detrás de esta “mafia”, historias de seres humanos y de organizaciones que dan la vida por y para el fútbol.

La humanización de la industria del fútbol puede llegar a ser uno de los retos más grandes económicamente, es decir, no puedes mostrar el lado bueno de gastar 200 mil millones de dólares al año, en un espectáculo de 22 jugadores corriendo detrás de un balón, por esto el fútbol siempre cuenta la historia de un niño que sueña con ser futbolista profesional.

Pero, ¿Qué tan difícil puede ser contar la historia del fútbol desde los dos ámbitos, el social y el económico?.

Dentro de este reportaje mostraremos las estadísticas que nos permitirán humanizar la industria del fútbol y mostrar de forma no romantizada lo que tiene que vivir un ser humano que quiere ser futbolista profesional.

Según CNN Suramérica es el continente que más jugadores de fútbol profesional debutan, aproximadamente 1202 jugadores anualmente en Brasil debutan, y así mismo exportan una cantidad de profesionales a distintas partes del mundo. En la lista de exportaciones a nivel mundial siguen países como Francia, Argentina y Serbia.
Colombia ocupa el décimo primer lugar, exporta 953 jugadores profesionales anualmente, el resultado de esto puede ser que aproximadamente según el censo del Ministerio del deporte en 2019 más de 9 millones de niños y jóvenes en Colombia sueñan con ser futbolistas profesionales.

En vista de estos datos, en promedio las estadísticas son muy bajas para darle la oportunidad que jóvenes entre 15 y 23 años puedan debutar en el fútbol colombiano.

Según la revista Q´hubo los clubes colombianos de fútbol, gastaron alrededor de 61.900 millones de pesos colombianos en el año 2019. La mayoría de estos equipos son empresas privadas y muy pocos tienen ayuda del gobierno. Sin embargo, dentro de esta cifra, encontramos una industria autosuficiente y sostenible.

Por esta razón el fútbol trasciende más allá de cualquier industria o negocio que pueda forjarse en ganancia de su espectáculo.

“La industria puede forjar números y estadísticas exorbitantes, millones de pesos facturados al mes, pero lograr ser el medio para que una familia pueda vivir dignamente es la razón por la cual estoy en este negocio”. Alejandro Rodríguez

Alejandro Rodríguez es el representante legal de más de 115 pases deportivos de jugadores entre los 14 y 35 años de edad. El 70% de los jugadores que representa son colombianos y a su parecer cumplir el sueño de un joven es más importante que la cifra en millones que él genera para su agencia deportiva.

Logró que más de 30 jugadores debuten en la categoría A del fútbol colombiano y más de 20 jugadores jueguen en el exterior en los últimos dos años de su carrera como representante deportivo.

A lo largo de su historia ayudó a 5 academias de enseñanza deportiva a tener conexiones con los equipos profesionales, esto con el fin que el jugador tenga proyección y seguimiento en su carrera deportiva.

Su pasión le ganó al ego de generar dinero y aunque sus contactos en el fútbol lo llevaron a lugares de prestigio, Alejandro siempre busca la manera de impactar la vida de un ser humano. 

“Quizás el hecho no es cómo el fútbol puede ayudar a la sociedad, sino como los jugadores de fútbol pueden impactar la sociedad” Dice.

La historia que más me impacta es la de “Marto” Alejandro Martínez un joven nacido en Tuluá, a sus 14 años debuta con el equipo profesional de Cortuluá, representó a la selección del Valle, y jugó para la Selección Colombia sub 15 y sub 17. 

Podríamos contar la típica historia de la que se cuenta de Marto, pero el cambio radical en la sociedad por parte del jugador fue lo siguiente.

Marto junto con su representante legal Alejandro Rodríguez, hicieron el proyecto: “Por un sueño más” el cual se encarga de patrocinar jugadores jóvenes a través de una marca de ropa personal. 

Todas las ganancias de sus tiendas las destinan para el patrocinio de jugadores amateur que quieran ser futbolistas y así lograr una economía sostenible para sus familias, así mismo no tienen que recurrir a la famosa “rosca” o tener que pagar sumas alarmantes de dinero para que un equipo profesional te da la oportunidad de jugar o los patrocine.

El fútbol como ente privado tiene la posibilidad de patrocinar sueños, a través de obras sociales el cambio en la vida de seres humanos y comunidades enteras puede llegar a ser trascendental y necesario.

No se debe focalizar en la industria del fútbol y cuánta plata gana cada jugador, por el contrario se debe enfocar la atención del deporte en cambios significativos para la sociedad.

El deporte es una herramienta trascendental en el desarrollo de la sociedad, el fútbol como deporte mundial, puede ser el medio para que en Colombia el Ministerio de recreación y deporte genere estrategias y modelos de negocio a través del deporte.

Como Alejandro Rodríguez no representemos la mafia y el negocio del fútbol, representamos obras y proyectos sociales que a través del fútbol fomentan el empleo, la construcción de valores y el cambio de mentalidad.

Menos cifras, más sueños.

Yo represento sueños, no cifras – YouTube

Te pueden interesar estas lecturas

El fútbol es un fenómeno social

El fútbol y la sociedad

Un viaje sin regreso

Después de 11 años vuelve la categoría primera C del fútbol colombiano

Publicado por Concéntrika Medios

Espacio de co-creación, que fomenta el compromiso con la libre expresión a partir del enfoque informativo, variado e innovador de los contenidos.

Salir de la versión móvil