Por: Javier Bonilla

Para sostenerse, cada país tiene unos gastos y unas inversiones, las cuales vienen de los recaudos de los impuestos que pagan los ciudadanos y las empresas, y cuando esos impuestos o tributos no dan abasto, el país empieza a crear un déficit fiscal, porque las entidades del Estado empiezan a generar una deuda que empieza a acumularse.

 

Es allí donde entra la reforma tributaria, que son los cambios en los regímenes, recaudaciones, tarifas, porcentajes e incorporaciones de las poblaciones para que por medio de un proyecto de ley se paguen más impuestos, así el Estado puede conseguir más dinero y el gobierno de turno puede poner en marcha sus proyectos presupuestados.

 

El orden público económico, la seguridad fiscal y la administración del erario público (o sea de ese patrimonio estatal) corre por cuenta de dos entidades públicas, la DIAN y del Ministerio de Hacienda, por lo que ambas tienen relación directa con el tema, incluso la segunda tiene de manera abierta en su página web la propuesta formal de la reforma tributaria

 

En el primer artículo de dicho proyecto de ley se menciona lo siguiente: 

 

ARTÍCULO 1°. OBJETO. Con el propósito de apoyar el gasto social en la lucha por la igualdad y la justicia social y consolidar el ajuste fiscal, la presente ley tiene por objeto adoptar una reforma tributaria que contribuya a la equidad, progresividad y eficiencia del sistema impositivo, a partir de la implementación de un conjunto de medidas dirigidas a fortalecer la tributación de los sujetos con mayor capacidad contributiva, robustecer los ingresos del Estado, reforzar la lucha contra la evasión, el abuso y la elusión, y promover el mejoramiento de la salud pública y el medio ambiente. 

Esto quiere decir que la intención de este proyecto de ley es una medida que se entiende como fundamental y prioritaria para el desarrollo transversal de Colombia, tanto en materia económica como en materia social, eso sin mencionar que fue una de las primeras acciones propuestas por el gobierno actual, o sea es de carácter casi urgente.

 

Según el primer debate de Cámara y Senado, en el que se aprobó por amplias mayorías la reforma, esta buscaría reunir más de 24 billones de pesos colombianos para el año 2026, con lo cual se entiende que el recaudo sería progresivo y gradual, y mientras se va recaudando se va solventando la deuda fiscal y se va invirtiendo en los proyectos de gobierno.

 

Con todo lo anterior podemos entender dos cosas, primero que la reforma tributaria es una necesidad por todo dinero que falta, y segundo que el gobierno de Gustavo Petro (que es el que la propone) tiene como objeto que desde múltiples frentes básicamente se mejoren muchas de las condiciones del país. Nosotros nos centraremos en una: La educación.

Publicado por Concéntrika Medios

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