Si las nuevas tecnologías quieren seguir incursionando en el mundo, deberían programarse para ciertas labores, es decir, no dejar de lado el personal humano, sino, hacer una labor conjunta para que todo en la vida laboral funcione de la mejor manera.
Esta tecnología, al ser tan equipada puede trabajar de la mano con la inteligencia humana, puesto que, no sólo los humanos requerimos de esta misma para hacer más ágiles los procesos, sino también, los robots requerirán de nosotros para obtener una guía y lograr sus metas.
Si bien es cierto, que el avance tecnológico destruirá puestos de trabajo, también, se reorganizarán algunos empleos para facilitar el trabajo humano, pues, se delegarán las tareas mecánicas, peligrosas y rutinarias a la inteligencia artificial y de este modo, el humano tendrá tiempo para llevar a cabo aquellas labores que sólo la razón puede ejecutar.