Entender el porqué hay tanta violencia y conflicto en zonas desprotegidas por el gobierno, sin importancia y desinterés por la riqueza cultural y las vidas mismas, es necesario para construir verdad y encaminar el país, hacia una paz estable y duradera.
Los medios de comunicación han ocultado la verdad sobre la violencia en nuestro país, pues la información que dan sobre este tema no es contundente y nos deja a muchos pensando, si los medios están tan apegados a lo tradicional, como para no mostrar la realidad del propio país en el que informan.
La violencia en medio del conflicto armado, ha representado un sin número de contraataques, a nuestro parecer, todavía más violentos; los de la revictimización. Sabemos que hablar de violencia, no es un tema fácil, pero si es cuestión de ponernos en los zapatos de quienes por años han pasado por transiciones complejas en sus territorios.
Cuando hablamos de revictimización, tenemos que citar dos casos, que le han dado la vuelta al país, e incluso al mundo, dos casos que nos han hecho repensarnos la política actual, el tratamiento mediático que se le está dando a las denuncias, y el proceso de paz que estamos construyendo, ahora, escuchando las distintas realidades.
Se trata de Jineth Bedoya y Raúl Carvajal, dos personas, cuyo sentir y propósito de denuncia frente al conflicto, es totalmente diferente. Jineth, sufrió de violencia sexual en el contexto del conflicto armado, y Raúl, es el papá de una de las víctimas de los mal llamados, falsos positivos, pero de esos que quisieron negarse a matar inocentes para entregar cifras.
Ambos lucharon hasta conseguir su propósito, Jineth, sigue siendo activista por los derechos que como mujeres, muchas perdieron en la guerra. Y Raúl, quien ya falleció, luchó durante 15 años seguidos, para esclarecer la muerte de su hijo; un soldado.
Los testimonios de estas dos personas, han sido reflejo y prueba contundente, de la revictimización de los medios y del amarillismo por parte de muchas personas, que siguen considerando que escandalizar y romantizar, son los caminos para dar a conocer la historia, o bueno, la noticia.
A Jineth, la vulneraron los medios, pero primero el propio estado, haciéndola repetir una, tras de otra, las veces que fue violentada sexualmente, con complicidad del estado, y aún siendo ella misma la víctima, tuvieron que pasar más de 20 años, y una intervención de la CIDH para que se reconociera su caso.
Y a don Raúl, ¿Cuánto le dieron? la espalda, cuando pasaban año tras año, por la séptima, sin darse la oportunidad siquiera, de escucharlo. Incluso, teniendo a uno de los medios más influyentes del país, en la esquina. Don Raúl, se fue de este mundo, sin lograr esclarecer la verdad, pero con la convicción de que, ayudó a destapar la olla de falsos positivos.
Para ello, quisimos preguntarnos si es censurada esta realidad, muchas veces para no caer en dar detalles violentos, y otras veces, por conveniencia del propio estado colombiano. Sin embargo, no sabemos dar una respuesta precisa, simplemente podemos asegurar que a los medios masivos, poco o nada les interesa hablar sobre el tema.
El conocer la verdad no es visto como algo bueno, para los medios masivos, ya que ellos siempre estarán dispuestos a defender la versión que más les convenga para así mantenerse publicitados y cobijados, ante el gobierno o el estado, de manera que terminan idealizando la violencia, y romantizando la guerra, con versiones que no son verídicas.
Hace poco, los informes de la Comisión de la Verdad, se hicieron notar, no gracias a los medios, sino a los colectivos que trabajan en acciones comunicativas para dar a conocer cada problemática, realidad y suceso del conflicto, y claro, de esa construcción de paz, que todavía va por sus primeros pinos.
Ahora bien, de todos los medios de comunicación existentes en Colombia, actualmente la radio, las redes y la televisión son sin duda, de mayor alcance, porque pueden llegar de manera instantánea a las masas y transmitir a través de la voz; toda serie de emociones.
Pero, hablando de comunicación, los jóvenes no somos muy fáciles de olvidar, recordemos el Paro Nacional. Gracias a lo digital, somos capaces de conocer información instantáneamente, de manera verídica y comprobar si la información es correcta o no, pues los medios se han encargado de mostrarnos que censuran la mitad de la historia que les conviene.
Los medios de comunicación, hoy llamados ‘alternativos’, nos han permitido guiar nuestra mirada, hacia una construcción mucho más empática, realista y que reconoce a las verdaderas víctimas y victimarios.
Pero, la política, juega un papel importante en todo esto, pues por años ha sido una de las causantes del conflicto y de la violencia sistemática, y debido a los malos manejos, es muy claro que lo más importante para los partidos políticos, es crecer económicamente, mientras dañan a los pueblos que más necesitan de la ayuda de ellos para poder progresar.
Teniendo en cuenta lo anterior, es claro el porqué hay tanta violencia y conflicto en zonas desprotegidas por el gobierno, sin importancia y desinterés por la riqueza cultural y las vidas mismas, es imposible construir verdad para encaminar el país, hacia una paz estable y duradera.
Escrito por: Francisco Martínez y Paula Soler
Fecha: 26/10/2022