Por: Sara Sofía Díaz Cañón (sdiazc5@ucentral.edu.co)

Cuatro mujeres entonaron su voz en la tarima el pasado 8 de marzo en el planetario de Bogotá durante el plantón feminista. Cantando Canción sin Miedo y Malo conmovieron a los cientos de mujeres que participaron en la marcha. Hoy nos cuentan cómo se conocieron y su experiencia como ensamble vocal durante el plantón feminista del pasado 8 de marzo.

Obtener amigos en la virtualidad es difícil, por eso cuando Angie Ramírez, Lucía Bautista, Mayra Patiño y Gabriela Páramo tuvieron clase presencial de Estudios Musicales no desaprovecharon la oportunidad de encontrarse tomando un café. Sin saber, las cuatro estudiantes de la Universidad Central empezarían a crear una nueva familia

Como cantantes, el entenderse, comprenderse y corregirse entre sí era esencial. Por ello, en los últimos meses, al trabajar como músicas y mujeres, decidieron un día de febrero, tomando en el apartamento de Lucía crear este ensamble vocal para transmitir su arte, llamándolo Voces Histéricas. 

El proyecto coincidía con el deseo de las cuatro, decidieron que ninguna sería una líder y construir a medida que avanzaban las prácticas un espacio seguro como compañeras y amigas. A través de sus voces esperarían conectar con el público desde la energía y el amor. 

Para ellas, lo político no se desliga de lo artístico. A pesar de ser personas con formas de ser y actuar diferentes, entienden que lo que las une es ser mujer. Desde un principio se anunciaban desde lo revolucionario el tocar un punto crucial como lo es la violencia contra la mujer junto al canto.


Angie fue la primera en contar que, para prepararse para el 8M, como lo denominan organizaciones y movimientos feministas a las marchas que se llevan a cabo en el país en contra de la violencia de la mujer los días 8 de marzo, fue algo curioso, rápido y espontáneo.

En medio de uno de los ensayos Lucía les comentó en el mismo mes de febrero sobre participar en el plantón cerca al planetario, un espacio ofrecido por una amiga suya. A pesar de lo poco que faltaba y demás obstáculos que veían, para las cuatro artistas era un reto que debían superar con toda.

 

Para ello repartieron su vida académica con los ensayos para el gran día. Dar de todo sí para el arte, para el canto, para darle voz a un sentimiento de dolor y de rabia, eran razones suficientes para mantenerse al pie de lo que se requería.

En el gran día sintieron la presión de haber sido una multitud de mujeres, una marea verde que había llegado a quedarse con el colectivo feminista 24 por Colombia. Algunas, nunca habían estado en una marcha, así que la experiencia a través de la euforia colectiva era algo nuevo por descubrir.

Se sentía el furor, la emoción, el dolor. Cuando tomaron los micrófonos y empezaron a entonar Malo de Bebe, pudieron entender que lo que transmitía tanto la forma en la que cantaban como lo que percibían de los cientos de mujeres a su alrededor era la rabia por la injusticia social hacia la mujer.

Voy a volverme como el fuego, voy a quemar tu puño de acero. Y del morado de mi mejilla saldrá el balo pa’ cobrarme las heridas se escuchaban retumbando en los muros del Museo Nacional con cientos de niñas, jóvenes y adultas; todas con pañoletas verdes y moradas cantando con esa fuerza que salían de sus pulmones. 

 

Pero la melancolía llegó al momento de abrir los micrófonos a Canción Sin Miedo de Vivir Quintana. A cada minuto, de cada semana, nos roban amigas, nos matan hermanas. Destrozan sus cuerpos, los desaparecen. No olvide sus nombres, por favor. Tristeza, rabia, gritos y lágrimas pudieron ver las cuatro chicas a quiénes sentían ese dolor. 

Después del performance del 8M se percataron del gran alcance que tuvo su expresión artística y las motivó a seguir consolidando este nuevo proyecto. Para ellas fue un abrebocas como ensamble vocal, ese día, fue esa primera puerta que les abrió la oportunidad de ser escuchadas a través del arte. 

Desde ahora, comprenden que el camino no es fácil. Para nuevos proyectos se visualizan creando nuevos procesos de edición y composición, ideas que salieran del corazón. Para ello, también buscarán espacios para seguir compartiendo su arte, uno de sus focos principales sería la Universidad Central al ser todas estudiantes de la carrera de Estudios Musicales.

 

Voces Histéricas es una propuesta innovadora de cuatro mujeres talentosas que las une el arte y la resistencia, el deseo de compartir con más personas su talento mediante su voz y sus letras. Su travesía no ha terminado, apenas está comenzando.

¿Quieres saber más sobre marchas feministas? Visita más contenido de la autora: https://concentrika.ucentral.edu.co/actualidad-en-internet/que-es-eso-de-marchas-feministas/
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