Y todo lo que parecía tranquilo en la Región Caribe Colombiana se torno oscuro, insípido, y de angustia constante para más de 10 especies que están en grave peligro de extinción, entre ellos Billy una víctima del tráfico ilegal, que cuando fue rescatado por las autoridades , tenía una mirada penetrante y llena de sufrimiento.
Había pasado por múltiples torturas, entre ellas todas sus garras habían sido desprendidas de raíz de cada uno de sus dedos.
Es por esto que la búsqueda de los derechos animales ha sido una constante lucha, ya que fue hasta el año 1978 que, la Organización de Las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura y la Organización de Naciones Unidas aprueba que los animales tienen derechos que tienen que defenderse.
Pero esto no ha sido suficiente como relata Iván, que a lo largo de sus seis años dedicado a esta labor en Colombia, el tráfico de animales sigue estando en el tercer puesto debajo del tráfico de drogas y de armas.