Guía general del tabaco y consecuencias en la salud de los jóvenes



Por: Nicol Daniela Becerra Urrego
(nbecerrau@ucentral.edu.co)

Foto tomada de “Tecreview”

¿Qué es el tabaco?

Es una planta científicamente llamada Nictiana tabacum, que se cultiva por sus hojas, las cuales contienen nicotina que puede llevar a la adicción y otras sustancias químicas potencialmente nocivas para la salud, que pueden llegar a generar muchos tipos de cáncer u otras enfermedades.

Una breve historia del tabaco

Se comenzó a cultivar hace unos 10.000 años en América entre los pueblos indígenas y solía ser utilizado para fines mágicos, religiosos y medicinales.

Se extendió a Europa en el segundo viaje de Colón al llamado “nuevo mundo” entre 1493 y 1496 en donde se centró en las islas del caribe y descubrió que los indígenas dominaban el tabaco. Para el siglo XVIII el tabaco se encontraba en cualquier rincón del mundo, en 1881 se adquiere la primera máquina apta para elaborar cigarrillos, produciendo así 120.000 cigarrillos al día y potenciando su consumo. En las dos guerras mundiales el tabaco fue utilizado como una forma de impulsar la moral y disposición de los soldados para el combate y durante la primera guerra mundial el tabaco se centralizó en el público femenino junto con la incorporación al mercado laboral y se mantuvo.

El primer estudio acerca de los efectos contra la salud del tabaco fue en 1954 con el epidemiólogo Richard Doll quien demuestra la alta probabilidad de sufrir cáncer de pulmón.

¿Cómo se consume el tabaco en la actualidad?

Fumar cigarrillos o puros es de las formas más comunes de consumir tabaco alrededor del mundo, sin embargo, algunas personas fuman las hojas de tabaco en una pipa o utilizan el tabaco en polvo que se puede aspirar o masticar y no generan combustión, pero también existen otros tipos de productos como los cigarrillos electrónicos que pueden llegar a contener nicotina adictiva entre la gran variedad de productos químicos usados para su composición, pastillas para chupar, palillos de tabaco y comprimidos masticables.

Cigarrillos y puros

Lo que diferencia a los cigarrillos de los puros es que tienen un tamaño uniforme, están envueltos en papel, contienen un gramo de tabaco y se necesitan alrededor de 10 minutos para fumar uno, mientras que los puros están compuestos de un solo tipo de tabaco fermentado, su contenido puede variar de 1 a 20 gramos de tabaco y se encuentran en diferentes tamaños.

Foto tomada de “elige no fumar – Chile”

Contenido de un cigarrillo

Contiene componentes como la nicotina (sustancia adictiva), ácidos, plomo, elementos radiactivos, monóxido de carbono, amoniaco, benceno, hidrocarburos y nitrosaminas, entre otros. Sustancias provenientes de la tierra y los fertilizantes, con compuestos tóxicos y cancerígenos en sus distintas concentraciones.

El cigarrillo puede generar adición

Debido a su alto componente de nicotina, el cigarrillo genera adicción por ser esta una sustancia estimulante, que aumenta la dopamina en el cerebro y afecta el neurotransmisor encargado de la sensación de placer en el cuerpo, en paralelo a la aceleración del ritmo cardiaco y la alteración de la presión arterial.

Efectos a corto y largo plazo

Se tienen la idea errónea entre los jóvenes que al fumar las consecuencias en su salud llegaran a largo plazo, sin embargo, hay otros efectos que comienzan a actuar muy temprano sin que exista cronicidad en estos, como el aumento de la tos, la disminución del rendimiento deportivo y académico en algunas situaciones, pérdida de apetito y gripas periódicas.

Respecto a sus efectos a largo plazo se pueden encontrar las manchas en los dientes, infecciones bucales, mal aliento, mal olor corporal, manchas amarillas en los dedos, arrugas prematuras que dan una ilusión de deterioro físico, la mayor probabilidad de hipertensión arterial, riesgo de trombosis, infecciones respiratorias potencialmente fatales, obstrucción de vías respiratorias, enfermedades cardiacas y hasta accidentes cerebrovasculares.

Efectos neuronales

En pequeñas dosis se puede notar un alivio de los síntomas depresivos por la sensación de placer que produce la nicotina, sin embargo, a lo largo puede incrementar los problemas de depresión y ansiedad. Aumenta las cefaleas y los problemas de insomnio, afecta la capacidad de concentración y la toma de decisiones ante una situación estresante, acelera el envejecimiento cerebral, deteriora la memoria, la corteza cerebral y los impulsos eléctricos generados por las neuronas e incrementa el riesgo de sufrir demencia.

Consecuencias en la salud de los jóvenes

Según estudios los jóvenes suelen comenzar el consumo de cigarrillos a los 18 años son su mayoría de edad a causa de las restricciones de venta a menores y se estipula que hasta mediados de los veinte años se siguen desarrollando, por lo que el cigarrillo y sus sustancias afecta su continuo desarrollo cerebral y físico, resaltando que comenzar a fumar a una temprana edad puede generar una adición mayor y acelerada del cigarrillo.

Además, sus principales factores de incremento del consumo de cigarrillo en los jóvenes son por el fácil acceso, ausencia de medidas reguladoras (sanitarias, legislativas, padres de familia), padres y compañeros fumadores, depresión o enfermedades mentales (estrés postraumático, ansiedad, entre otras) y uso de otras sustancias como los psicoactivos y el alcohol.

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