El chaman llanero es Satanás. No es que lo digamos nosotros, es que lo afirma él. Llegó desde Yopal a Bogotá hace 13 años, y desde entonces le ha realizado rituales a cientos de personas en la capital. Dice que hace amarres, hace pócimas para el dinero y para la salud. Vamos, hace lo que se le pida. Esta es la historia del Satanás de Chapinero.

Por Alejandra Ríos Zapata

Ramiro López concibe la religión cristiana como la peor de las enseñanzas, por considerarla asesina y corrupta. A lo largo del tiempo esta religión ha construido una imagen errónea de lo que es el satanismo en la sociedad, pues el imaginario que se tiene es que el satanismo es una plaga.

Los trabajos que hace el chamán llanero son pactos con el diablo para tener riqueza y poder, para domar, rendir, someter, humillar, amarrar, también para retirar enemigos, para exterminar “lacras”, para realizar transformaciones en el cuerpo o curar toda clase de enfermedades. Para él, pactar es un acuerdo que se hace entre dos personas, la persona y el diablo, y por ese pacto se recibe un beneficio, mientras que el diablo recibe velaciones, rezos y conjuros, el intermediario recibe remuneraciones económicas y el cliente recibe cualquiera de los trabajos que paga.

Ramiro cobra  50 mil pesos la consulta, los amarres para Colombia el más barato 7 millones de pesos, internacionalmente 7000 mil dólares en adelante. Considera que la simbología de satanás son las imágenes y esculturas reflejadas en las fotos, todo lo que tenga que ver con cuernos es alusivo a satanás. La filosofía que maneja él es dependiendo de sus experiencias, buscar ayuda en que no se puede explicar es el satanismo. Lo mejor de rendirle culto a satanás es que brinda lo que la gente necesita, económica y sentimentalmente, aprender, comprender y materializar. Satán habla con él y él vive en él, él es el diablo porque ellos son dos en uno.

Al consultorio de satán llegan toda clase de persona, clase alta, media y baja, teniendo en cuenta que las personas que acuden son  de niveles intelectuales altos y bajos, con rangos altos y ocupaciones diferentes, pues allí no se tiene un grupo objetivo de personas eso debido a que todos tienen necesidades.

Bajo su experiencia personal, Ramiro comenta que los mejores clientes son los mexicanos y los ecuatorianos. Las fotografías situadas bajo las cabezas son de personas para realizarle trabajos.

Cabezas reducidas: Traídas del Ecuador. Son cabezas reales cocinadas y luego disminuidas con agua y sal estas son vistas como un arte para los ecuatorianos, mexicanos y algunas comunidades indígenas.

Ataúdes: Dentro del consultorio de Zatán, se encuentran diversos ataúdes en la parte superior del templo. Allí, como explica Ramiro, están los restos de sus ancestros, de 3 generaciones junto a los restos de su  hijo. Debajo de cada uno, como se evidencia en la fotografía, está una foto de un demonio diferente para que los “proteja”.

Estrella de 5 puntas: Ramiro López dice  que dentro del consultorio de Zatán no se encontrará nunca una estrella de 6 puntas puesto que esta simboliza al judaísmo, mientras que la estrella de 5 puntas inversa (como se ve en la foto) siempre será símbolo de las sectas satánicas y de satán como su adoración.

Hermafrodita: Esta cabeza representa a la diosa hermafrodita, según narra Ramiro, se encuentra en un lugar especial ya que en las noches se transforma en una ser de baja estatura con la cual posee relaciones sexuales.

Publicado por Concéntrika Medios

Espacio de co-creación, que fomenta el compromiso con la libre expresión a partir del enfoque informativo, variado e innovador de los contenidos.

Salir de la versión móvil