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CONTAMINACIÓN POLÍTICA Y VISUAL

Por: María Paula Landázuri Portilla, Sara Sofía Díaz Cañón y Sebastian Patiño Romero

Lo que nos dejó las campañas electorales.

El pasado 13 de marzo de 2022, se llevaron a cabo las elecciones a Senado y Cámara de Representantes. Uno de los puntos claves durante todo este proceso electoral fue la campaña política; la publicidad electoral inundó las calles de la ciudad, entrando en el rango de ser considerado como contaminación visual.

El 2022 es un año de elecciones, comenzó con la carrera de los diferentes partidos políticos por lograr la mejor campaña y así obtener la mayor cantidad de votos. Desde que se dio inicio a la propaganda, la Administración Distrital de Bogotá, a través de la Secretaría de Ambiente, se puso en marcha para regular la publicidad exterior visual relacionada con política, dicha regulación se dio a partir de la Resolución 0042 de 2022.

La Resolución 0042 de 2022, establece los parámetros para realizar publicidad exterior visual como: la cantidad máxima de vallas permitidas tanto para el Congreso, consultas y elecciones presidenciales, o solo utilizar un aviso por fachada, en cada una de las sedes políticas. Aun así, la discusión no va de lo que está permitido, sino desde el hecho de la evidente inundación de publicidad electoral, que se dio durante este tiempo para las primeras elecciones del año, con vallas, afiches, stickers o publicidad móvil.

Toda esta publicidad política con la que nos hemos encontrado, en la primera etapa electoral, en el esfuerzo de cada partido por tener una buena imagen en su campaña, se llegó al punto de considerar una contaminación visual por parte de las diferentes campañas. Entendiendo que la contaminación visual es todo aquello que afecta o interrumpe la visualización de una determinada zona o rompe la estética del paisaje, un problema que cada vez es más común en nuestra ciudad.

La contaminación visual parte del hecho de que el cerebro del ser humano tiene una determinada capacidad para absorber datos y se ve superada por la excesiva cantidad de elementos no propios del paisaje. Por esta situación las campañas electorales comprometen un alto porcentaje de contaminación visual en la ciudad, desde los elementos, imágenes y mensajes que se utilizaron durante la misma.

En tiempos electorales, los diferentes partidos políticos deberían optar por fortalecer su ejercicio de política, el mensaje que quieren dar, y la capacidad de generar argumentos sólidos para sostener debates y transmitir sus propuestas. Además, de dar un salto al mundo digital como espacio principal de campaña electoral, con el fin de llegar a un cumplimiento desde lo reglamentario hasta lo ambiental.

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