Concentrika Medios

Campesino no es sinónimo de ignorancia

Por: Sebastián Ortíz

Sebastián Ortíz: Antes que nada quería darle la bienvenida y agradecerle su tiempo, ya que no fue fácil abrir un espacio para poder reunirnos, afortunadamente contamos con herramientas tecnológicas, entonces comencemos; ¿Cuál es su nombre y a que se dedica?

Osnaider Paez: Bueno pues muy buenas noches, mi nombre es Osnaider Paez, tengo 22 años y actualmente soy estudiante de ingeniería civil de la Universidad La Gran Colombia, vivo en la vereda Agualinda Chiguaza, zona sur de Usme.

FOTO TOMADA POR OSNAIDER PAEZ 2

S.O: ¿Cómo vive usted la experiencia de ser agricultor?

O.P: Pues afortunadamente puedo desarrollar esta actividad junto a mi padre, él fue quien me enseñó todo lo que sé, su padre osea mi abuelo también fue agricultor.

S.O: ¿Prácticamente se podría decir que el oficio de ser agricultor es un tema de herencia familiar? 

O.P: Efectivamente, venimos de una rama familiar que siempre ha sido agricultora, y pues también por el entorno en el que nos encontramos, para nosotros nuestra vereda es quien nos provee, pues es nuestra principal fuente de ingresos, sin la tierra no podríamos subsistir.

S.O: ¿Usted hace parte de alguna directiva u organización que trabaje en pro del agro?

O.P: Pues efectivamente, mi padre es el presidente de la Asociación De Agricultores Agualinda Chiguaza, y pues, al final, aquí todos somos un gremio, nos apoyamos unos a otros.

S.O:¿Ha tenido alguna experiencia de discriminación por parte de la sociedad desencadenada por su oficio como agricultor?

O.P: Pues jamás lo he comentado pero sí, he sentido discriminación varias veces y pues no solo yo, discriminan al campesino en general.

S.O: Si no es irrespetuoso ¿le importaría compartir alguna de estas experiencias?

O.P: Fue entrando a la universidad, estaba en segundo semestre y un estudiante me reprocho el hecho de ser campesino, me dijo que yo porque no mejor me iba para el campo, que si yo creía que iba poder sacar esa carrera adelante y cosas por el estilo, además del constante estigma de la gente, piensan que porque uno viene del campo es bruto.

S.O: ¿Alguna vez se ha avergonzado de su oficio, de sus raíces? 

O.P: Noooo, jamás, al contrario, me siento orgulloso del trabajo que tiene mi papá, que desarrolló con él en mis tiempos libres y que ese tipo de comentarios y estigmas a los que me veo sometido han servido de motivación para sacar mi carrera adelante.

La gente ignora lo duro que es el campo, es muy difícil, no es solo plantar y esperar para cosechar, son muchos insumos, mucho tiempo, una lucha constante con el TLC que nos jode a todos los campesinos.

S.O:¿Cree usted que la sociedad subestima al campesino?

O.P: Creo que la gente de la ciudad siempre ha subestimado al campesino, pues no saben todo lo que tenemos que aguantar, sol, frío, agua y para rematar creen que porque uno es campesino, viene del páramo, que porque uno es boyaco o no habla de la manera perfecta como lo hacen ellos uno es menos.

S.O: Para ir concluyendo, ¿tiene algún mensaje o comentario para estas personas? claramente siempre en pro de cambiar la perspectiva del campo, dándole la importancia y el valor que este se merece.

O.P: Pues no es por criticar o ser grosero, pero si me gustaría decirle a todos que, no subestimen al campesino, tanto nosotros como ustedes tenemos grandes conocimientos, que todos somos iguales no importa que trabajo desempeñemos, que ante los ojos de Dios nadie es más que nadie.

Además, hay muchos campesinos que han sobresalido en Colombia, que el campesino no es ese ser ignorante que todos piensan, nosotros con nuestra humildad y nuestras ganas de trabajar podemos ser más, moralmente, éticamente que cualquier ciudadano común y pues nada, cordialmente invitados a que vengan a sentir lo que verdaderamente es el campo.

Con este emotivo comentario llegamos al final de esta entrevista, no sin antes agradecer a Osnaider Paez no solo por abrirnos este espacio, también por abrirse como persona y compartir con nosotros sus experiencias.

El hecho de hablar con una persona que siente tanto su oficio, que en verdad ama lo que hace, nos lleva a ponernos un poco en sus zapatos y tratar de experimentar esos sentimientos que los mueven, ¡QUE VIVA EL CAMPO COLOMBIANO! 

Salir de la versión móvil